Acercándonos a las cosas pequeñas nos acercamos a lo real, los detalles frente a las grandes anécdotas extravagantes y únicas, más lejos de nuestro corazón que las repeticiones diarias de esos pequeños actos de todos los días.

martes, 4 de marzo de 2008

Esta mañana la entrada de mi casa estaba cubierta de polen amarillo

Ese ímpetu,
esa manera oblicua de mirar el día
que va gastando las piedras
y baja tranquilo
y luminoso
bordeado de verde.

Ese ímpetu torcido de los corrales
que rompe espuelas
y cristales.

Que hace sangrar
velas y oquedades,
esas velas que se hinchan de nuevo,
ese torbellino del Egeo,
ese viento cálido en mi playa.

Ese aroma de nostalgia y fresas,
esos brotes suaves de sauce
y de wisteria.

Se aproxima.
La siento por encima de las nubes.

Quizá por esta mirada
que se llena de luz
cuando se pierde.

Quizá porque mi niñez
dormida
resucita bostezando
en la arena.




Viajeras
(de Lola)

3 comentarios:

Adriana Lara dijo...

Me encantó, realmente sos muy versátil.

isabel dijo...

ayer me encantó la oportunidá de aqí abajo pero no supe que decirte


sabías?

el libro de manuel. yo rayuela aún no lo he leido. y las armas secretas me lo acaba de regalar un amigo. así, como me gusta. segunda mano. con páginas dobladas y anotaciones y teléfonos.


voy a mirarlo luego del revés
pa ver lo que has visto


un beso!
y otro pa lola

Tesa Medina dijo...

Melancolía que te lleva hacer balance, a fijar en la memoria los recuerdos. Es como si de repente tuvieras idea de ti mismo. Del tiempo que ha pasado, de lo que ya vieron tus ojos, de lo que te queda por ver. Y no quieres perderte nada.

Te fijas en los detalles más diminutos. En los olores, en los colores y hasta mides las reacciones que los sentimientos le provocan a la superficie de tu piel.

Para los que tienen alma de artista, hay en el paso del tiempo una mezcla de serenidad y desasosiego.

Me encanta, y también el cuadro de Lola. Esa viajera que mira con ojos asombrados, mira como yo.

Besos, Art.