Últimamente estamos participando en varios ciclos de conferencias.
Con la escuela de pensamiento Crítico, en el curso de Tiempo de nuevas utopías, vino Bernard Cassen que ha sido director de Le monde diplomatique a dar la charla Economía y utopías. Esta charla estuvo muy bien básicamente este hombre incidió en las movilizaciones que están teniendo lugar en Francia, habló sobre La Carta de Filadelfia, escrita en 1944 donde se sentaron las bases para una constitución social y como en tiempos de la postmodernidad se ha olvidado todo esto y el neoliberalismo campa a sus anchas practicando la tierra quemada hayá por donde pasa.
Hemos estado en la reunión de la AVVAC donde se intenta divulgar entre los artistas la costumbre de redactar contratos y poner las cosas por escrito.
Y por último en la jornadas del MUVIM tituladas La imagen mundializada ¿Una iconicidad global?, en la que ha hablado Eduardo Subirats, este hombre exiliado voluntariamente en Paris, Berlín y ahora en Nueva York está muy quemado con la intelectualidad española y en general con la aculturalidad del mundo hispánico donde la tradición nacionalcatólica sigue teniendo un pero censor-castrador (de cerebros) importante. Curioso que ha comentado que lo que hemos llamado en el mundo hispánico Ilustración como periodo histórico debería llamarse Esclarescimiento en el sentido de dar luz o iluminar algo para verlo mejor, ya que ilustrar viene de dar lustre que no es muy apropiado para lo que se pretendía.
viernes, 12 de noviembre de 2010
lunes, 8 de noviembre de 2010
Alcántara
El domingo por la mañana murió de improviso mi compañero Alcántara, una parada cardíaca a sus 60 años, dicen que le pilló en pijama, tal vez se notó algo y se recostó en la cama, se quedó dormido.
Recuerdo una conversación hace más de 10 años en el turno de noches, él se sentía fascinado por los neutrinos, había leído que son capaces de atravesar la tierra sin que nadie ni nada se de cuenta de que han pasado, él quería ser como un neutrino, decía.
Aquí en el trabajo todo sigue igual, es como si al sonar el teléfono fuera a escuchar su voz, como tantas veces, pero no es así.
Recuerdo una conversación hace más de 10 años en el turno de noches, él se sentía fascinado por los neutrinos, había leído que son capaces de atravesar la tierra sin que nadie ni nada se de cuenta de que han pasado, él quería ser como un neutrino, decía.
Aquí en el trabajo todo sigue igual, es como si al sonar el teléfono fuera a escuchar su voz, como tantas veces, pero no es así.
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