Acercándonos a las cosas pequeñas nos acercamos a lo real, los detalles frente a las grandes anécdotas extravagantes y únicas, más lejos de nuestro corazón que las repeticiones diarias de esos pequeños actos de todos los días.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Ilusionismo social


Hemos participado en unas jornadas sobre ilusionismo social con Javier Encina y activistas sociales y artistas de diversos países: Ecuador, Argentina, México, Francia y Escocia.
Unos talleres participativos con prácticas sociales y unas proyecciones de videos.
La verdad es que hemos asistido sin tener muy claro a que íbamos bajo el título de Red Global para la participación ciudadana. Esperaba algo más implicado en la economía global y sobre todo en la temática de los medios de comunicación y en la desinformación sistemática al servicio de los grandes poderes económicos. Los talleres se han centrado en trabajos sociales de barrio, actuaciones muy localizadas en la calle. Creo que el impacto de estas actuaciones es muy débil ya que no inciden sobre la molla real de influencia en la gran masa de población que son los medios, últimamente ando dándole vueltas en la cabeza a que el activismo debe abandonar en cierto modo la calle y actuar en los propios medios de comunicación a la vez que dejar un poco de lado la política para centrarse en la economía y las grandes marcas comerciales, allí es donde hay chicha y posibilidades de generar un gran impacto que tenga repercusión en un gran masa de población, el problema en definitiva es el de llegar a cuantas más personas mejor y en ser capaces de movilizar a esas personas, generar espíritu crítico. La política está demasiado sobreconstruida, está plagada de prejuicios históricos y emociones por parte de todos los bandos, la economía es un terreno menos trabajado desde el activismo, más virgen y por eso creo que es ahí donde hay que actuar.
De todas formas las jornadas han servido para conocer lo que están haciendo otras personas, hoy hemos estado charrando en el descanso mientras tomábamos café con Jujo.

jueves, 14 de octubre de 2010

La différance

Derrida siempre ha desconfiado del culto a la identidad, así como de lo comunitario, ya que conlleva, entre otros riesgos, el de desembocar en un narcisismo de las minorías. Por ello, para él y “el comunitarismo o el Estado-nacionalismo” representan las figuras más evidentes de ese riesgo y, por tanto, de ese límite en la solidaridad. El riesgo debe ser revaluado a cada instante, en contextos móviles que den lugar a transacciones siempre originales. Nos alerta, por tanto, ante el hecho de no caer en reduccionismos en cuanto a las responsabilidades políticas ante situaciones tan complejas, contradictorias y sobredeterminadas.

Afirmar algo es poner en marcha una cadena de significados que simultáneamente confirman su negación.

martes, 5 de octubre de 2010

Cambio de look

Vi el blog de Castelldefoc y me gustó, me recordó la entrada de casa, también tengo alocasias aunque en la foto no han salido, por eso he cambiado la presentación.