Acercándonos a las cosas pequeñas nos acercamos a lo real, los detalles frente a las grandes anécdotas extravagantes y únicas, más lejos de nuestro corazón que las repeticiones diarias de esos pequeños actos de todos los días.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Aún tengo todos los dientes menos uno.

Me he levantado tosiendo, y sigo. No he tostado pan, no he exprimido zumo, he salido,
camino tosiendo, ando deprisa cansado y siento el nublado. Pienso en mañana y borro el pensamiento.
Por fin es jueves. La semana que viene ya nada será lo mismo.

Llegamos y hormigueo. Tengo esa sensación en los ojos áspera, tengo la lengua seca.
Hay rincones, lugares que parecen envueltos en un burbuja, lugares donde el Sol es plácido, la tierra resplandece regada por los surtidores de goteo.
Entorno los ojos, el sueño peremne que llevo conmigo me refuerza este gesto.
Me dejo llevar, hago surfing en las olas de la vida, las olas me llevan de un lado a otro y me esfuerzo por permanecer a flote, aprovechando el viento.

Es bueno tener una meta, un proyecto, un destino, y a la vez dejarse llevar, hacer que las olas te lleven hasta él, puede que tardes más pero vives más, disfrutas más que navegando contra corriente.

Me he cansado de cerrar los ojos, quiero sentir, necesito sentir como respirar, todo lo que está a mi alcance me afecta, y así soy feliz, soy vulnerable, y quiero serlo, soy uno conmigo mismo y uno con el todo. Bebo de las hojas de las plantas.
Dios me libre alguna vez de no sentir, entonces estaré muerto.

Ahora que sé que soy una mierda me siento bien, vivo en la contradicción y me siento alegre, veo que todo se me escapa y me siento lleno.
Antes corría tras el viento y ahora es el viento quien me lleva.
El día es radiante y canta, la noche es íntima y huele a mujer y a fuego.
Ahora sí.

Me gusta mirar sereno, mirar con calma, empaparme de luz, que no se me escape nada.

Aún tengo todos los dientes menos uno.

3 comentarios:

Adrià dijo...

La aceptación es un ejercicio interesante, yo lo práctico amenudo, también vivo en la contradicción y que soy una mierda, ni se les ocurra discutirlo!!

malditas musas dijo...

"El día es radiante y canta, la noche es íntima y huele a mujer y a fuego" Preciosa descripción.

Pedoná si lo pongo en duda, pero que todos a veces tengamos actitudes de mierda no implica que "seamos" una mierda.
Ojo con aceptar, tenemos paralelamente la herramienta del cambio... no lo perdamos de vista nunca.

un abrazo
Musa

CASANDRA dijo...

reconocerse, conocerses, aceptarse y andar y dejarse llevar por nuestros sueños y nuestra naturaleza... me gusta lo que voy leyendo.