Acercándonos a las cosas pequeñas nos acercamos a lo real, los detalles frente a las grandes anécdotas extravagantes y únicas, más lejos de nuestro corazón que las repeticiones diarias de esos pequeños actos de todos los días.

martes, 11 de septiembre de 2007

Círculos de luz de día

En la cama se puede pensar.
Cuando abres los ojos por la mañana y ves el polvo flotando en el aire.
Los rayos de Sol que entran por los agujeros de la persiana hacen posible esta visión.
Cierro los ojos de nuevo y entonces soy libre por un instante. Por la noche sufrimos la esclavitud del sueño, sin embargo por la mañana somos libres.
La ventana es la boca de la ciudad, a través de ella me habla.
Nada conozco mejor que el techo de mi habitación, las ondulaciones de la moldura, las grietas en la pared, la telaraña encima del armario.
La puerta me invita a vivir, la puerta de mi cuarto es la puerta del mundo, me dará visiones y conocimiento a costa de mi libertad. Salir por esa puerta cada día es como nacer, es duro, es frío, estoy desnudo, la luz me hace entornar los ojos.
Me gustaría recordar conscientemente los sueños, aquella historia de la que he sido arrancado por el despertador, el mundo que me llenaba completamente ha desaparecido de mi conciencia, no puedo recordarlo ni con esfuerzo.
Frente al espejo repaso el día que empieza, sé cual va a ser el guión, los detalles están en el futuro.
Espero saber aprovechar los momentos, tener los ojos abiertos, espero ver el nuevo día con ojos nuevos, acabar el día con nuevos pensamientos. El motivo de cada día es dar algo al mundo y tomar algo de él, ambas cosas nos enriquecen porque van formando poco a poco, día a día nuestra identidad.


(si a alguien le gusta esta narración que empieza seguiré...)

2 comentarios:

Adrià dijo...

Si al final me saliste romántico...
Sigue que tiene sentido!

Tesa Medina dijo...

Hola, sigo la huella dejada en mis moreras hasta llegar a tu rincón.
Gracias por tu visita y contesto a tu pregunta de si he leído “La cultura de la queja" de Robert Hughes”. No aunque he oído hablar de él. Creo que era una dura crítica a la pérdida de valores de la cultura Norteamericana. Aquí ya no digamos, estamos viviendo un periodo de mediocridad que ya no puede ir a más. Pero como dices en alguno de tus post hablemos de literatura, de arte y de poesía.

Sigue escribiendo lo que te surja, lo que te apetezca, no tengas en cuenta si le guste a la gente o no. Si lo haces con pasión, ensimismado, disfrutando, creando… seguro que nos va a gustar. Yo pienso volver.

Los cuadros de Lola los encuentro muy interesantes.Me gustan.

Besos.