Acercándonos a las cosas pequeñas nos acercamos a lo real, los detalles frente a las grandes anécdotas extravagantes y únicas, más lejos de nuestro corazón que las repeticiones diarias de esos pequeños actos de todos los días.

jueves, 9 de agosto de 2007

Un océano

Era un océano,
no lo sabía,
es lo que había,
es lo que hay.

Ahora sé que no escuchaba cuando me hablabas,
que llegaba tarde a todas las horas,
que me faltó saltar,
querer caminar sobre las olas.

Es un océano,
ahora que lo sé me siento mejor,
no se acaba esto,
no puedo acabármelo,

... y eso es muy bueno.

1 comentario:

CASANDRA dijo...

me encuentro recorriendo tu blog, y me gusta mucho lo que voy encontrando. saludos