Saber si un universo que imaginamos es posible, eso es lo primero.
No tiene sentido un Dios omniconsciente, que conoce el pasado el presente y el futuro. Si no existen muchos universos posibles corriendo en paralelo.
La elección consiste en saltar de uno a otro, de elegir que universo queremos vivir. Si solo hay un Universo no hay elección. El mismo Dios es un esclavo del tiempo, él mismo sabe lo que va a ser y no puede cambiarlo porque se negaría a sí mismo, encerraría en un error a su yo pasado.
Y de los Universos posibles a los Universos alcanzables, no todos los universos están comunicados, desde unos es posible llegar a un conjunto determinado de los otros pero no a todos, esto nos lleva a la imposibilidad de volver atrás, cada paso que damos nos cierra el camino a una parte de los universos pero a la vez nos pone en camino hacia otros.
Saber primero si el universo que imaginamos es posible, y después encontrar el camino hacia él, saber cada salto, cada paso que hemos de dar para ir transformando poco a poco el lugar donde vivimos hasta que sea el lugar imaginado. Y lo importante es que todos los universos intermedios por los que hemos de pasar han de ser posibles.
Hoy, como el sábado pasado, tenemos 2 fuegos, arriba y abajo, toda la casa caliente.
Hoy ha habido torrá, butifarra catalana, panceta, morcillas y hamburguesas, con vino rosado de ahillas.
Mis primeras habas, dejaré que haya más para una buena fritada con huevos.
Toca el cambio de líder, Numa tiene 7 años, le toca dejar de ser la líder de la manada y ceder el puesto a Wilma. Están que no se soportan, pero de momento se toleran, hemos comprado 2 bozales, por si acaso.
El trono de piedra.
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