Acercándonos a las cosas pequeñas nos acercamos a lo real, los detalles frente a las grandes anécdotas extravagantes y únicas, más lejos de nuestro corazón que las repeticiones diarias de esos pequeños actos de todos los días.

jueves, 19 de agosto de 2010

Desbordamientos

Llevo tiempo acostándome tarde, este verano vemos cada noche 5 capítulos de Lost, que no vimos cuando se emitió por televisión, ayer acabamos la tercera temporada, eran las 3 de la madrugada y salí a poner unas trampas para ratas en el trastero, es un trastero abierto al aire libre, en principio pensado como garage pero devenido trastero por acumulación de trastos, las ratas de campo que normalmente viven en los terrenos baldíos y hacen madrigueras en la tierra han encontrado un buen refugio en él, creo que ahí tienen comida pues hay abundante cartón del que usamos para envolver los cuadros, además allí se sienten a salvo de los depredadores, en la última semana he encontrado 5 crías ahogadas en el cubo de Numa, y si tengo que ir a por algo durante la noche me da miedo porque las oigo corretear entre los plásticos, hay una muy grande, casi como un conejo, la vimos Edu y yo, debe ser la reina de las ratas.

Esta mañana habían caído 2 en las trampas que puse ayer, una estaba moribunda debido al golpe recibido por el cepo, la otra coleando atrapada en el pegamento. Me sabe muy mal matarlas, la vida es extraña, nos hace hacer cosas que no queremos, pero sería malo que se extendieran en forma de plaga, por eso procuro darles una muerte lo más rápida y fulminante posible. Nico pasa de ellas, prefiere los sobrecitos de comida que le pongo y los polluelos que caen de los nidos, la semana pasada llevaba un verdecillo (gafarronet en catalán) conseguimos quitárselo de la boca pero no pudimos salvarlo muriendo la segunda noche. Numa protege indirectamente a las ratas espantando los gatos salvajes que viven en el descampado, si entraran no haría falta poner trampas, ya se encargarían ellos de mantenerlas a raya. Hace tiempo que no veo rapaces nocturnas, ni mochuelos, ni lechuzas, sin embargo han vuelto los murciélagos y las libélulas extinguidos durante la última década, también vi una culebra este verano, entre la hierbabuena, pero dudo que se acerque por el trastero, prefiere las zonas de humbría entre la humedad de las plantas y las hojas caídas, la noche que la vi pensé todo jardín tiene su serpiente, todos los veranos vemos alguna pero no suponen ningún problema, porque están en lo suyo, cazando insectos, como los dragones y las lagartijas.

Sentimos que la vida, en general, es algo bueno, pero a veces se desborda, se expande sin barreras poniendo en peligro los equilibrios que la mantienen, amenazando otras formas de vida con su crecimiento, el equilibrio se mantiene en base a depredadores y depredados, o con la autolimitación de algunas especies como el elefante o la ballena que no teniendo depredadores tienen una sola cría. Los conflictos se producen con los debordamientos, cuando se traspasan las fronteras inundando otros territorios, cuando crecen los números sin límite, cuando se rompen los ciclos, solo perdura lo que es cíclico, lo que mantiene su existencia en un vaivén, sístole y diástole, flujo y reflujo, por eso producen las olas sensación de calma, se asemejan a la respiración del mundo.

La imagen representa el fenómeno legendario conocido como Rey de las ratas




1 comentario:

Tesa Medina dijo...

A mí me dan miedo las ratas, aunque me pasa como a ti, que me da mucha pena matar cualquier bicho.

Una vez tuve un saltamontes con un alfiler para la clase de ciencias y tardó bastante en morirse. No podía soltarlo cuando me di cuenta que movía las patitas porque moriría de todos modos, ya que llevaba dos o tres días.

Lo pasé muy mal y nunca más quise participar en nada que tuviera que ver con disecciones de animales. Ni jamás he sido capaz de echar a la comida un bicho vivo.

Pero un "desbordamiento" como el que cuentas, creo que me haría reaccionar.


Un beso, Jose.