En el catálogo de la exposición Los lugares lentos Lola también ha escrito un texto, explicando el sentido del proyecto y su forma de trabajo. Es este:
Este proyecto completa una serie de proyectos que comenzó en 2008 con La casa del árbol y continuó en 2009 con Jardinería mínima y Unlimited Gardens.
La idea inicial se inspiró en una triple confluencia, la visión (a través de google) de las instalaciones del grupo London Fieldworks en el bosque de Kings Wood y las acciones del colectivo Guerrilla Gardening, y por otra parte el descubrimiento personal de los pueblos de Vall de Laguar, a
Me interesan las raíces como afirmación del lugar, lo botánico como paradigma de la lentitud, el simbolismo del jardín como casa primordial y destino final. Con internet es posible un alejamiento sin aislamiento, es posible seguir conectado y fomar parte de las redes sociales desde cualquier lugar, lo cual está cambiando y cambiará aún más los modos de vida y de organización.
Siempre inicio una composición mediante collage, creo que no sé hacerlo de otra manera, concibo las obras desde una mirada compositiva desde la que transmitir una idea, de dinamismo, de equilibrio, siniestra, o lo que sea, sin tener en cuenta lo que representan las imágenes por si mismas, el significado debe de surgir de su sinergia. En los casos que quiero enfatizar un sentido introduzco recortes de texto seleccionado. Utilizo fragmentos de fotografías propias y recortes de revistas y catálogos de publicidad, cartéles y cualquier reproducción impresa que tengo a mano.
El proceso a veces acaba en el collage y otras veces paso a la reproducción del collage en tela escalando a un formato mayor, este es el caso en que me sirvo del collage como boceto. En el cambio de escala utilizo técnicas pictóricas, dibujo, impresión digital, stencil y spray, y pocas veces pegado de papel sobre la tela, el resultado es una estética mestiza en la que intento huir de cualquier restricción.
Los lugares lentos no es otra representación del paisaje, las composiciones carecen de horizonte, el marco vegetal funciona como fondo y envoltorio, los árboles raramente aparecen enteros, sus imágenes se cortan en los propios límites del soporte, configuran con su proximidad el espacio y la atmósfera, estamos ante el lugar habitable como negación del paisaje. Los textos a veces dan pistas y a veces no dicen nada, en todo caso se insertan subliminalmente, se trata de fragmentos de slogans publicitarios, palabras sueltas, frases incompletas en distintos idiomas, estrofas de canciones y tics recurrentes del repertorio colectivo, son partes de una narración que hemos de reconstruir, y como las señales de tráfico solo nos sirven de un modo consciente si están en línea con nuestro propio itinerario estético y vital.
Intento que cada pieza requiera un tiempo, una exploración donde vayan apareciendo elementos, un recorrido visual por las técnicas utilizadas y la variedad de recursos gráficos y materiales, un “seguir las líneas” que se entrecruzan dando forma a los personajes que se solapan.
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