La font de la gota está en un lugar escondido (muy escondido), caminos de tierra y barro que el agua deshace, tierra roja, un pequeño barranco. Fuimos un día a hacer fotos.
Después de un año (¿sabático?) sin obrar hemos decidido poner piso en la terraza que mira al sur, que con tanto pie de humano y pata de animal entrando y saliendo se ensucia mucho la casa. El material está listo.
El trabajo de albañil es duro, Lola ha cambiado unos días los pinceles por la paleta.
La fotografía va tomando cada vez más espacio en nuestras vidas.
El turno de tardes permite levantarse un lunes lentamente, a Lola le gusta que haga el café y tomarlo en la cama, a mí me gusta, cuando puedo, prepararlo.
A Edu le gusta preparar tortitas para sus papás los fines de semana, nos obliga a dejar la faena y desayunar con él, las baldosas pueden esperar un ratito más.
Dentro de un saco de arena húmedo Lola ha descubierto un pequeño jardín del Edén, un minúsculo bosquecillo de microplantas, ella se imagina ser de miniatura y pasear por el jardincillo, de momento se conforma con ir a por la cámara y hacerle unas cuantas fotos.
Nico debe querer postear porque ha okupado el portátil de Edu...
A ver que dice.